PENTECOSTÉS, UN NUEVO COMIENZO.

 


¿ QUÉ CELEBRAMOS EN PENTECOSTÉS?

La Iglesia católica celebra esta solemnidad 50 días después de el domingo de Resurrección, donde damos por terminada la pascua y celebramos, que Jesús cumplió esa promesa que les hizo a sus apóstoles, donde les dijo que el Padre enviaría al Espíritu Santo para guiarlos en su misión evangelizadora

" Como el padre me ha enviado, así también os envío yo. Y dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo..."

                                                                                                 Juan 20, 21-23




EL ESPÍRITU SANTO EN NUESTROS DÍAS.

Esto que ocurrió hace más de 2.000 años, no fue un suceso aislado que ocurrió y que hoy por hoy recordamos como sucedió. El Espíritu santo nos fue dado hace mas de 2.000 años para quedarse para siempre con nosotros. Jesús en varias ocasiones, nos hablaba de su venida y hacia referencia a Él como una persona que nos guiaría hasta la verdad plena.

Hoy en día, como cristianos, tenemos también el deber de al igual que los apóstoles,  de evangelizar y seguir hablando de lo que Jesús nos enseñó y es el Espíritu santo el que nos guía, nos hace recordar sus palabras y nos abre el entendimiento. 

Pero, a pesar de esta misión que tenemos como cristianos, el Espíritu Santo actúa en cada uno de nuestros días cotidianos usando a personas de nuestro al rededor, situaciones, conversaciones, imágenes, una canción  o un libro, etc. El Espíritu Santo puede usar cualquier cosa de nuestro día a día para llegar a nosotros, para seguir llenándonos de fuego inagotable y de energía para entender su palabra y vivirla, para sanar nuestras heridas y como decía al principio conducirnos hasta esa verdad plena poco a poco. 

Como ya comenté en otras ocasiones, nuestro día a día esta lleno de ruido y distracciones y muchas veces nos perdemos esos "guiños" del Espíritu Santo que nos hace cada día. Solo tenemos que estar atentos, bajar el ritmo y el ruido y percibiremos esa presencia del Espíritu santo que nunca nos deja solos. Jesús nos prometio que Él se iba a prepararnos otro lugar, pero que nos dejaba aquí con nosotros su Espíritu Santo, por lo que nunca estamos solos.

     " ¿ No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?"

                                                                     Primera de corintios 3,16


¿ QUÉ HACE EN NOSOTROS EL ESPÍRITU SANTO?

 En mi opinión creo que es la persona de la santísima trinidad más desconocida y que menos entendemos pero sin duda, sin Él no tendríamos fe. Esta se nos apagaría rápidamente al igual que la alegría y la esperanza en los momentos de dificultad. Es el Espíritu el que nos impulsa a seguir en la fe, nos llena de fuego, hace que arda nuestros corazones tanto que haya personas que hayan estado dispuestas a morir por defender el evangelio. Sin ese Espíritu Santo, todo eso sería imposible por nuestra condición humana. 

Él nos impulsa, nos hace vencer esos miedos y abre nuestros corazones. Nos ayuda a madurar nuestra relación personal con Dios y con nuestro prójimo. 

El espíritu santo puede ofrecernos 7 dones que a través de ellos, nos  ayuda a poder dar muchísimos frutos si estamos abiertos a que venga Él a nuestras vidas. 

" En cambio, el fruto del Espíritu Santo es: amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, lealtad, modestia, dominio de sí. "

                                                                                     Gálatas 5: 22-23

Lo más especial del Espíritu Santo es su forma que tiene de actuar en nosotros, haciéndonos conocer a cristo no de una forma intelectual o en el conocimiento sino, un conocimiento EXPERIMENTAL, DE VIVENCIA REAL, por lo que es tan profunda esa experiencia que transforma vidas y es duradero
Por eso, cuando el Espíritu santo ha actuado en nuestras vidas ( seguramente de formas diferente para cada uno), es imposible mirar hacia otro lado aunque los caminos sean más fáciles. Ese fuego es imposible de apagar.

Por eso, puede impactarnos tanto algunas conversiones, como la de Saulo de Tarso, de perseguidor de cristianos a  dar la vida por predicar la  palabra de Jesús, o ver esa valentía de los díscipulos para no callar ante las amenazas y torturas que sufrieron.

El espíritu es nuestro guía, nuestro consolador, nos muestra el camino que debemos elegir y nos acompaña. Qué difícil abandonarnos por completo como hicieron los apóstoles, que difícil ser valientes en un mundo que va contracorriente de todo esto, que camino más didil pero que merece tanto la pena. 
Sigámonos encomendándonos a su Espíritu para que siga trabajando en nosotros y nos ayude a confiar plenamente, sin miedos. 


UN GUIÑO DEL ESPÍRUTU SANTO EN MI DÍA COTIDIANO. 

Como ya he comentado, nunca, pero nunca estaremos solos a pesar de que muchas veces así lo sintamos, nos invada la angustia, la tristeza o el cansancio. A veces, si estamos atentos, el Espíritu Santo nos regala perlas en medio de nuestras tareas cotidianas, en nuestro trabajo o hablando con un amigo que nos ayuda a recordar que es cierto esa promesa que nos hizo Jesús, que no estamos solos y que si confiamos, estamos en buenas manos.

En mi caso, recuerdo muy bien un " Guiño" que me hizo en un día de trabajo en el hospital. En ese tiempo, tenia mucha carga de trabajo pues trabajaba en dos hospitales diferentes. Dormía muy poco, estaba desanimada y cansada, e incluso empecé a plantearme si realmente toda mi vida laboral iba a ser así siempre. Un día, mi supervisor, me llamó para trabajar en un día que no me correspondía por la noche así que, mis ánimos estaban por los suelos, estaba agotada y no podía más. 

Al llegar al hospital, como siempre, pasé por la capilla para mi oración y encomendarme al Espíritu Santo y a María. Pasé luego por el despacho de enfermería para que me indicasen dónde tenia que ir pues no tenia ubicación fija y cada día, iba a un servicio diferente con lo que eso supone (Compañeros diferentes, costumbres distintas, diferente colocación del material y la " Complicación" que suponga ese servicio, unos más y otros menos).

Me enviaron a una planta que nunca había estado así que sin saber que es lo que me iba a esperar allí, me presenté en el control de enfermería y justo al asomarme, delante de mí vi esto




                            " No tengas miedo, porque estoy contigo. Yo te daré fuerza."
                                                             
                                                                                                     IS, 41:10


Sigo sin entender qué hacía ese dibujo de un niños de 5 años en una planta de adultos de un Hospital general. Pero me abrió los ojos, el Espíritu Santo me recordó antes de empezar a trabajar de nuevo que no tuviese miedo, que no estaba sola, que a pesar de todo ese cansancio Él estaría conmigo y me daría fuerzas.

A veces tendremos estos " Guiños" que nos hacen volver a centrarnos y recordar hacia dónde vamos y hacia dónde mirar, pero otras muchas veces no los veremos y sentiremos que estamos solos o que nadie nos guía pero SIEMPRE, estará con nosotros.


                                                      ¡ GUÍANOS ESPÍRITU SANTO!















Comentarios

LOS MÁS LEIDOS