EL ARTE DE CUIDAR. SAN CAMILO DE LELIS

 

Hoy 14 de julio, celebramos la fiesta del santo San Camilo de Lelis. Un gran santo, que tenía mucho que enseñarme y sin embargo, no he conocido hasta hace bien poco.

Como ya he comentado algunas veces, siempre paso por la capilla del hospital antes de mi jornada y después de ella. Al entrar, solo veo desde la puerta el sagrario y a la virgen milagrosa y a la derecha, un crucifijo. De esta forma, se me pasó desapercibido que había a la izquierda, pues hay una columna que impide ver lo que hay detrás desde la entrada. Un día, la capilla estaba vacía y me atreví acercarme más hacia el altar. Mi sorpresa cuando descubrí un cuadro que me llamó mucho la atención y que nunca había visto. En el cuadro, aparecía un hombre con una cruz roja en el pecho  que cuidaba de un enfermo que tenía un rostro muy similar al de Jesús. De bajo de este cuadro ponía el nombre del santo, San Camilo de Lelis.  Era la primera vez que lo escuchaba pero sentí la necesidad de saber más sobre él y sobre su vida pues era patrono de los enfermos y sanitarios. Así fue como comencé a buscar información sobre él y me enamoró su historia y su compromiso con el cuidado de los enfermos. 

Hoy te cuento algunos aspectos de su vida que me inspiran para mi profesión y vida  pero que nos pueden inspirar a todos a trabajar la caridad. 


    " A los enfermos se les sirve con caridad, amor, paciencia y humildad"    

                                                                  San Camilo


1. UNA LLAMADA. EL COMIENZO.


San Camilo de Lelis, no fundó directamente una congregación. Ni siquiera pensaba en ello al comienzo. Cuando trabajaba en el Hospital de Santiago de Roma tras su conversión, percibió la mala atención que los enfermos  recibían por parte de los trabajadores  que cobraban un sueldo. Los describía como hombres perezosos que buscaban sus ventajas personales. Estos trabajadores charlaban y jugaban en vez de atender a los enfermos, amarraban a la cama a los enfermos más agitados, no les preocupaba el aseo y la suciedad y los enfermos se contaminaban de pulgas, chinches y hasta de gusanos por todo su cuerpo.

San Camilo se daba cuenta de todo lo que sufría el enfermo y regañaba con severidad a estos trabajadores, así que pensó en qué podría hacer para atender con una verdadera caridad a los enfermos. 

Fue así cuando fundó una compañía de hombres. Al comienzo solo fueron 5.

" Formar una compañía de hombres buenos y piadosos, sin salario, voluntariamente, por AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO, atendieran a enfermos como madres con sus propios hijos enfermos. "


Cuantas veces somos los sanitarios perezosos ante las necesidades de nuestros  pacientes como pudieron ser esos trabajadores de la época de San Camilo. Tal vez, no de una forma tan llamativa pero sí que nos dejamos invadir por las malas condiciones o sueldo sin pensar en hacer nuestra tarea con el  mayor amor. Amor como el de  una madre que le da a su hijo enfermo.  Que San Camilo nos enseñe a cuidar de nuestros enfermos con amor y caridad, sin perezas y velando siempre por el máximo confort del paciente. 

* Curiosidad: Introdujo la costumbre de lavar los pies a los enfermos antes de acostarse y quiso que en los hospitales hubiera grandes ventanales para que entrase aire y sol. 


2.  SIGNIFICADO DE LA CRUZ


San Camilo pensó que su compañía de hombres podrían llevar algún símbolo como una cruz o algo similar. Oró mucho al señor para que le iluminara  y hacia penitencias para que el señor le ayudase a hacer realidad sus pensamientos.

Sus hombres, llevaron finalmente una cruz roja en su pecho  que fue aprobada por el papa Sixto V. Aunque al principio la gente de Roma se extrañaba y se burlaban de ellos, poco a poco, se fueron acercando para abrazar y tocar la cruz. Algunos lo llamaban hermanos de la cruz y otros padres de la buena muerte. 

" La cruz en el pecho debe ser para vosotros una advertencia continua para la mortificación y la paciencia de cristo en todos los lugares, aceptando todos los disgustos y trabajos por amor al prójimo".

"  El color rojo significa Cristo sufriente  en el enfermo".


San Camilo, no pudo elegir mejor el símbolo de su compañía. Una cruz, símbolo de amor. De un amor tan grande que muere por ti. Un amor que llega hasta el extremo. Además, el color rojo, símbolo de la pasión y sangre de Cristo. Hoy en día, tenemos un uniforme de trabajo completamente diferente y no llevamos ningún símbolo visible. Pero, esa cruz debemos tenerla presente siempre en nuestras vidas. Una cruz grabada en el alma que nos recuerde cada día, para quién soportaré todos esos disgustos y trabajos de mi día a día. Que en cada enfermo vea el rostro de Jesús sufriente . Que todo sea por amor a Dios y al prójimo. 

* Curiosidad: Este símbolo que usó San Camilo para identificar a sus hombres que atendían a los enfermos en las guerras y epidemias lo usará mas adelante la fundación " Cruz Roja"  usándola en nuestros días. 


3. UN NUEVO VOTO EN LA ADVERSIDAD.

Por el año 1590 se extendió una epidemia en Roma. Moría la mayoría de contagiados y la peste y el hambre se extendió por toda la población. San Camilo, preparaba en la casa de la congregación todos los días un cocido para repartir entre los que acudían. Rezaban antes de comer  y después hacían una reflexión espiritual. Aseaba al que lo necesitaba cambiándoles las ropas y afeitándolos. Compró telas para hacer ropa para los pobres y que soportaran mejor el frío y atendía a numerosos enfermos en su propia casa de la congregación ya que los hospitales estaban llenos.

Además de las epidemias y el hambre, también atendieron a soldados enfermos de tifus. Estos soldados tuvieron que hacer cuarentena en Puzzolo ya que no se les permitía entrar en la ciudad y los religiosos fueron enviados al cuidado de estos enfermos siendo conscientes de que se exponían a la muerte.

San Camilo decía que se debía acudir al que sufría aunque supusiese un peligro de muerte. Estos hombres a pesar del peligro al que se exponían, hicieron su deber con amor intentando aliviar el sufrimiento de aquellos soldados que no podían ser aliviados con ninguna medicina. Estos soldados estaban tan debilitados que muchos de ellos morían  con el bocado en la boca. Cuando fueron falleciendo, comenzaron a enfermar muchos de los religiosos que estuvieron atendiéndoles. 

Muchos de los hombres de San Camilo murieron al atender a enfermos de la peste bubónica, la tifus y aguas contaminadas. Peros estos religiosos morían " Con alegría, teniéndose  por dichosos al haber expuesto la vida por amor de Dios y por la salud del prójimo"


No tenemos que irnos a la época de San Camilo, para descubrir cuánto sufrimiento causan las epidemias, el hambre y las guerras. Sin ir más lejos, hemos vivido una pandemia ( COVID 19) que se ha llevado por delante a muchísima población , a médicos, enfermeros, celadores, sacerdotes y un largo etc. Hemos visto cómo ha afectado a la economía de muchas familias llevándolas a las colas de Caritas y cómo la población se ha volcado de lleno en ayudar. Haciendo mascarillas  y equipos de protección individual con los materiales con los que disponíamos. Muchas veces el dolor y las tragedias sacan lo mejor del ser humano dando cada uno lo que tiene y puede aportar en ayuda de otros más necesitados.



 Mi madre, haciendo uso de sus talentos con la costura para ayudar cuando comenzó el Covid 19 y no había mascarillas suficientes. 


Admirable todas aquellas personas que durante la pandemia sabían que se exponían al peligro de contagiarse y contagiar a sus seres queridos, o ahora en la guerra de Ucrania exponerse al peligro de muerte aquellos que acuden a sacar a familias  que están en peligro. Que ese amor por el prójimo no se apague ante ninguna epidemia, pandemia, guerra o conflicto. Qué sepamos darnos hasta el extremo por nuestros hermanos aunque implique peligros y dificultades. 

4.  UNA MINA DE ORO.

Para san Camilo, los hospitales era su mejor lugar de santificación y crecimiento espiritual. Él describía el hospital como: " minas de oro y piedras preciosas para él y los suyos" ya que veía un camino para hacerse ricos espiritualmente.

Esta forma de pensar de San Camilo nos puede ayudar a  ver nuestros trabajos, nuestras cruces y sufrimientos cómo oportunidades para crecer en espíritu. Un hijo con una discapacidad, el cuidado de una madre anciana en casa, una enfermedad dura como un cáncer o cualquier otra situación que puede traer sacrificios y dolor pueden ser minas de oro para nuestro enriquecimiento espiritual. 


5. INVOCACIÓN DEL NOMBRE DE JESÚS Y MARÍA.

Además de todas su tareas en el hospital y en su casa de congregación, San Camilo celebraba la misa diaria, adoraba a Jesús presente en la eucaristía, rezaba el rosario a María y siempre que pasaba por una imagen de ella hacia una reverencia o se quitaba el sombrero. San Camilo decía  que " Cada vez que invocaba sobre los moribundos él santísimo nombre de Jesús y de María, era como si tirase una saeta o piedra a la frente del diablo". 


También San Camilo les inculcaba a sus hombres la devoción a su ángel custodio, especialmente en el  momento de la muerte donde más nos ayudan. También decía que él había recibido especiales favores del mismo. Esta es una de sus muchas experiencias:

" En varios de sus viajes, acercándose la noche y estando en lugares peligrosos llenos de nieve o no conociendo el camino y viéndose Camilo como perdido, recurría a  la oración y le salía al encuentro alguno que le acompañaba por el camino justo. En ocasiones tuvo por seguro que aquellos no podían ser mas que ángeles enviados desde el cielo en su ayuda".
                     
                                                                                      Cicateli pag 350.
   


San Camilo nos enseña la importancia de la oración y de invocar el nombre de Jesús y de María en los momentos de dificultad, pues en su experiencia podemos ver cómo siempre actúan en nuestras vidas. Invoquemos con frecuencia el nombre de Jesús pues tiene el poder de sanar, librarnos del mal y ayudarnos en las dificultades. Invocar su nombre es invocar su presencia que nos fortalece la fe y nos ayuda a compartir con Él el camino de la cruz. Sin ellos, no podemos nada.

6.  PATRONOS DE LOS ENFERMOS


Pio XI lo proclamó después de su muerte como protector de los trabajadores de la salud, proponiéndolo como MODELO DE SERVICIO A LOS ENFERMOS

El papa León lo nombró junto con San Juan de Dios,  protector de los enfermos y hospitales así como del personal sanitario.


 Que sea para mi vida un modelo a seguir de servicio al prójimo, especialmente de servicio al enfermo.
San Camilo murió con los brazos y manos en forma de cruz invocando el nombre de Jesús y de María. Años después se documentó varios milagros de sanación por medio de San Camilo. Aunque San Camilo no ha sido el único en la historia de la iglesia en cuidar de enfermos, sí fue de los primeros en dedicarse a tiempo completo sin desatender a los pacientes en los tiempos más duros como fueron las epidemias, guerras o pestes.  

" Recomiendo que siempre se sirva, no solo a las almas, sino también a los cuerpos de los enfermos y,  para poder perseverar en tal servicio, hay que practicar la santa pobreza con toda diligencia, cultivar la unión, la paz y la concordia entre todos y cumplir los votos..."


7. LA LLAGA


San Camilo estuvo durante 46 años sufriendo una llaga en el pie derecho que nunca curó. A pesar de sus ingresos en el hospital para su curación esta nunca se resolvía del todo. Además esto le supuso varias complicaciones para ordenarse sacerdote pues fue despedido de la orden de los capuchinos por falta de salud hasta en dos ocasiones, pasando por el hospital durante 8 meses y luego otros 4. Cuando se recuperó de nuevo de esta llaga, pidió su ingreso en los franciscanos pero tampoco lo admitieron por su estado de salud. 

San Camilo con el tiempo comprendió que Dios no lo quería ni en los capuchinos ni en los franciscanos sino en los hospitales, por lo que se dedicó a trabajar de lleno en estos a pesar de su propio estado de salud pues , esta llaga, era maligna y pútrida. 


A veces Dios tiene un camino para nosotros diferente al que podemos imaginar aunque este sea lineado con la ley de Dios ( Como por ejemplo ser capuchino o franciscano). Esto nos muestras, que Dios puede usar nuestras cruces y nuestras dolencias como instrumentos para encontrar nuestro camino en la vida. Gracias a esa llaga, San Camilo paso parte de su vida ingresado en los hospitales, descubriendo su vocación y llamado. Que sepamos abrazar nuestras cruces y que sean nuestro medio de santificación. 

* Curiosidad:  Finalmente San Camilo pudo ordenarse sacerdote a los 34 años de edad formándose en los cursos inferiores del colegio Romano que pertenecía a la compañía de Jesús. Al terminar estos estudios, un hombre llamado Juan Antonio le regaló 600 escudos para los primeros gastos de la ordenación que acaba de abrir para no tener que depender de la capilla del hospital. 

8.  FUE UN PECADOR


Como último punto, decir que este gran santo, fue un gran pecador. He querido hablar de ello al final pues al leer su vida y descubrir cuánto bien hizo parece imposible que fuese una persona alejada de Dios y adicta al vicio. 

A la edad de 18 años, con su madre ya fallecida, su padre lo llevó consigo en busca de gloria y aventuras como soldado. En uno de sus viajes ambos enfermaron y tras morir su padre, San Camilo se vio enfermo, pobre y solo.  Cuando sanó, vio a unos franciscanos y pensó " Prometo por la memoria de mi madre que me haré fraile de san Francisco", pero al intentar entrar, su tío que era fraile le dijo que esa vida no era para él pues no estaba sano. Estando en el hospital, trabajaba de auxiliar con los enfermos pero por las noches, se escapaba para apostar jugando todo lo que ganaba. Lo perdió todo y fue despedido del hospital como " No apto para enfermero". 

Volvió a sus aventuras pero en una terrible tempestad él y los demás compañeros estuvieron apunto de morir. Perdió todo lo que le quedaba, hasta su camisa y su vida tocó fondo del todo. Mendigando en una puerta de una iglesia, lo encontró un capuchino que le ofreció trabajo en el convento.  San Camilo participaba con ellos en la oración y trabajaba pero sentía la tentación de escaparse por su vicio al juego. Una noche, el padre Ángel le hablo largamente sobre el pecado y la misericordia de Dios. Tras esa charla y una misa, sentía un vacío profundo en su interior y repasó su vida entera de pecado pero sintió el amor de Dios y un fuerte deseo de cambiar de vida. 
Aquí, a sus 25 años de edad se convirtió y comenzó su camino para ordenarse sacerdote y su llamado al cuidado de los enfermos. 

" Hablando piadosamente y con verdad casi puede decirse que esta fundación se hizo milagrosamente, en especial, de servirse de un gran pecador como yo, ignorante, lleno de innumerables defectos y faltas y digno de mil infiernos, pero Dios es el dueño y puede hacer lo que quiera y está infinitamente bien hecho, por lo que nadie debe haber que se admire de que por  medio de un instrumento como este haya actuado Dios, pues es para mayor gloria suya, que de la nada crea cosas maravillosas"


                   Carta testamento Scritti di San Camillo, preparados por el padre Mario Vanti



Este testimonio debe servirnos para creer en la misericordia infinita de Dios y cómo puede sanar nuestras faltas convirtiéndonos en hombres llenos de fe y santos. Nos llena de esperanza saber cómo un buen hombre como San Camillo también fue pecador como lo somos nosotros y ha llegado a la santidad. Pues para Dios no hay nada imposible y se sirve de nuestras faltas para acercarnos a su misericordia. Todos podemos ser instrumentos suyos para servirle y darle gloria a pesar de ser indignos, pues para Dios nunca es demasiado tarde. 



DECALOGO DE LOS SERVIDORES DE LOS ENFERMOS

Aquí comparto el decálogo para todos aquellos que servimos a los enfermos, no solo sanitarios sino a todos los que tenemos familiares enfermos a nuestro cuidado. Que San Camilo nos sirva de inspiración y que Jesús nos ayude a servir con esa caridad. 



                           " Vidriera de una iglesia donde Jesús curaba a los enfermos  que acudían a Él "


1-Honra la dignidad y sacralidad de mi persona, imagen de Cristo, por encima de mi fragilidad y limitaciones. 

2-Sírveme con amor respetuoso y solícito: con todo tu corazón, con toda tu inteligencia, con todas tus fuerzas y con todo tu tiempo. 

3-Cuídame como tú quisieras ser atendido, o como lo harías con la persona más querida que tengas en el mundo. 

4-Sé voz de los sin voz: hazte defensor de mis derechos, para que sean reconocidos y respetados. 

5-Evita toda negligencia que pueda poner en peligro mi vida o prolongar mi enfermedad. 

6-No frustres mi esperanza con tu afán e impaciencia, con tu falta de delicadeza y competencia. 

7-Soy un todo, un ser integral: sírveme así. No me reduzcas a un número o a una historia clínica, y no te limites a una relación puramente funcional. 

8-Conserva limpios tu corazón y tu profesión: no permitas que la ambición y la sed de dinero los manchen. 

9-Preocúpate por mi pronta mejoría; no olvides que he venido al hospital para salir recuperado lo antes posible. 

10-Comparte mis angustias y sufrimientos: aunque no puedas quitarme el dolor, acompáñame. Me hace falta tu gesto humano y gratuito que me hace sentir alguien y no algo, o un caso interesante. 

Y... cuando hayas hecho todo lo que tienes que hacer, cuando hayas sido todo lo que debes ser..., no olvides darme las gracias.

                                                              Religiosos Camilos y Centro San Camilo. 










Escrito basado en el libro " San Camilo de Lelis apóstol de los enfermos" de P. Ángel peña.
















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