LA VIDA ES BELLA. ROMANTIZANDO MI VIDA

 


A medida que vamos cumpliendo años y nos vamos haciendo mayores, crecen los miedos, las preocupaciones, la desilusión y a veces un tinte de pesimismo invade nuestra vida. Es verdad, que a mayor edad, más cúmulo de experiencias, muertes de seres queridos y dolor nos invaden y esto puede afectarnos en la mirada que tenemos del mundo.


¿ Qué sientes cuando permaneces en algo bello?. Lo bello, nos calma, nos trae armonía y paz, nos lleva a pararnos en ellas  y meditarlas. Hoy, quiero hablarte de mirar cada día como el regalo que es. De mirar la vida con unos ojos de niños y recuperar el asombro que hemos perdido. Hoy quiero hablarte de que significa para mí romanizar mi vida. 


                                                            Ver crecer las flores de mi casa


¿ QUÉ SIGNIFICA ROMANTIZAR LA VIDA?


No es exactamente el concepto de " romantizar tu vida" el que voy a comentar ahora, pero si es mi forma de vivirlo y de verlo. Es así como yo veo este concepto y es lo que me impulsa a vivirlo siempre que puedo. 

Para mí, romantizar mis días no es más que poner la atención en todo lo que me rodea. En mis tareas cotidianas, en las personas que tengo a mi alrededor, en mi vestimenta, en mi alimentación, en mi ocio, en todo. Y , en todo eso, fijar especialmente la mirada en lo bello y en la esencia. 

Con esto, no me refiero solo a una cuestión de estética o búsqueda de perfección, sino una búsqueda de la belleza por las cosas creadas, porque al pararnos en lo bello, nos lleva a elevar la mirada a su creador, que todo lo hizo bueno y hermoso. Es detenernos y saborear el presente, centrarnos en aquello que es digno de alabanza, que trae paz y que sosiega el alma


                                                                        Una playa poco transitada en Almería


No consiste en buscar una perfección en mi vida, pues todos sabemos que eso no es la vida real. Muchas veces cocinaré comida congelada o comida rápida, otras veces vestiré con ropa algo vieja y cómoda y seguro que en muchas ocasiones tenga que priorizar la rapidez y la eficiencia en mis tareas y todo esto estará bien también. No se trata de engañar a nadie, ni a nosotros mismos con una vida que no nos pertenece, lo que propongo, es vivir un día, una hora, una comida, el tiempo que podamos, con una mirada romántica hacia la vida. Con un filtro no gris, sino lleno de vida y de asombro.


Damos por hecho todo lo que nos rodea y nos hemos acostumbrado tanto, que perdemos esa capacidad de asombro que tienen los niños ante la vida. Volver a ilusionarnos por ver una estrella fugaz en medio de la noche, por ver una mariposa que se ha cruzado en tu camino, por el atardecer/ amanecer que te sorprende de vuelta o a la entrada de tu trabajo, etc. 



                                            Encontrarte un árbol tan bonito que dan ganas de abrazarlo




                                                Disfrutar de un Helado en un día caluroso de verano



                                                           Ver el amanecer desde mi puesto de trabajo


Es así como quiero ver mi vida, con asombro, con gratitud, con alabanza hacia el creador de todas las cosas.

Es así de sencillo. Algunos me llamarán soñadora por ver el mundo así, pero ¿ No es acaso este mundo visible un pequeño espejo del invisible? Pues sí este mundo que puedo ver abunda la vida y belleza, ¿Cuánto más será el que no perciben mis ojos?. Quiero permanecer en estas cosas y momentos,  no de forma apegada a este mundo, sino agradecida por lo que tengo. Porque de alguna manera cuando permanezco en ellas, me ayudan a pensar en el creador. 


Desde la creación del mundo, lo invisible de Dios, su eterno poder y su divinidad, se pueden descubrir a través de las cosas creadas.

 

                                                                      Romanos 1-20




Gratitud, es lo que me trae esta practica de romantizar mis días. Ser mucho más consciente de todo lo que tengo y de lo bello que es vivir. 



                                                    Dando un paseo por el parque María Luisa.



Te invito a ponerlo en práctica siempre que puedas. A  cambiar el filtro y mirar con ojos de niños, con unos ojos  nuevos que sientan verdadero asombro por lo sencillo, por lo puro, por lo bello, por la vida




Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo  es digno de alabanza, en esto pensad.

 

                                                                      Filipenses 4-8







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