TRABAJAR CON LAS MANOS PARA CRECER EN ESPÍRITU.

 

Cada vez hay más vídeos e información sobre cómo hacer algo tú misma. Son los famosos " DIY" que nos ayudan a crear algo con nuestras propias manos. Fue hace unos tres años y medio que comencé  a interesarme más por las manualidades, la creatividad y disfrutar del placer de crear algo con tus propias manos que luego pueda compartir con otros o sirvan para embellecer nuestro hogar. Poco a poco, he ido adquiriendo varios hobbies que jamás pensé que me llamarían la atención y lo curioso de esto es que, a través de ellos, a través de ese trabajo con mis propias manos, me han servido de medio para crecer en virtudes, para valorar la belleza de nuestro mundo, para ejercitar la paciencia, e incluso para orar con el propio trabajo manual. 

Hoy, quiero hablarte de como el trabajo con las manos puede ser más que un entretenimiento. Quiero compartir contigo cuáles son esos hobbies que hacen que además de trabajar con mis manos, ejercite mi espíritu. 

¿ POR QUÉ UNIR TRABAJO MANUAL CON LA ESPIRITUALIDAD?

Vivimos en una sociedad que fomenta la inmediatez, la productividad y el uso de la tecnología. Con el paso del tiempo, hemos abandonando esa parte creativa de nuestro cerebro y nos hemos involucrado más en el uso de pantallas y cosas electrónicas. Aunque esto también es necesario y bueno, este abandono de creatividad hace que en el interior del hombre algo quiera salir y expresarse. Porque como dice el filósofo francés Fabrice Hadiadi " El ser humano lleva inscrita la llamada a un trabajo interior, que exteriorizamos en el manejo de la materia exterior"

 Al haber perdido esa materia externa al dejar de crear cosas con nuestras manos, también sufrimos una pérdida en nuestro espíritu. Por esto, este filósofo comenta que para la reconquista espiritual que Occidente necesita, podemos comenzar " haciendo un cuenco de madera, sembrando tomates, cosiendo un Jersey o haciendo un jarrón para las primeras flores de la primavera". Es decir, comencemos a trabajar con nuestras manos la materia y así podremos recuperar parte de esa espiritualidad que se está perdiendo cada vez más. Es unir trabajo y espíritu. 

Existe una relación muy fuerte en el ser humano con el trabajo, el encuentro con la realidad y el orden de la naturaleza. Por eso este filósofo que ya hemos comentado, nos habla de que " nuestra creatividad se seca cuando se desliga de las formas irregulares de la naturaleza, cuando el ser humano se cree creador absoluto, esto solo hace que pierda su inspiración". 
Estamos tan unidos a nuestro creador que cuando nos alejamos de la naturaleza, de la materia prima y de la belleza, queriendo ser creadores y no, co-creadores, intentando innovar de alguna forma algo que jamás se haya visto , se suele perder esa conexión con el espíritu y acabamos creando fealdad, Pues todo lo que hace nuestro creador es bello. 

El vínculo es tan fuerte entre el trabajo humano y la espiritualidad que hasta los monjes lo han introducido en sus tareas diarias dentro de la vida monástica. Pues a través del trabajo, podemos encontrar un medio para encontrar a Dios. El mismo Jesús santifico el trabajo con su oficio de artesano. Por eso podemos unirnos a Él mientras trabajamos.  San Benito nos dice que" el exterior y el interior, el cuerpo y el alma, deben trabajar al unísono", " Qué nuestra mente esté en armonía con nuestra voz


TRABAJAR CON LAS MANOS. MUCHO MÁS QUE UN ENTRETENIMIENTO.


COSTURA Y BORDADO:

Hace unos tres años, no se que buscaba en internet pero llegó a mis ojos un video de una chica que explicaba como hacer un bordado para principiantes. Jamás me había llamado la atención la costura y mucho menos el bordado que parecía estar sacado del siglo XVIII. Me puse a ver el video y quise  probar. Me compré algunos materiales muy básicos para hacer una prueba y claramente, el resultado me salió fatal. Parecía muy sencillo en el video pero cuando me puse manos a la obra me salió bastante mal. Podría haber tirado la toalla en ese momento, pues me desanimo con las manualidades fácilmente pues siempre he creído que no se me dan muy bien, pero al probarlo, me di cuenta de que a pesar de haber salido mal, tenía algo que me había " enganchado".

Así fue como me fui iniciando poco a poco en el arte del bordado, aprendiendo nuevas técnicas, buscando inspiración y viendo tutoriales de otros. Lo que me ha aportado el bordado además de ser un entretenimiento es, paz.  



Cuando comienzas a bordar , al principio estás llena de pensamientos desordenados. A medida que avanzas en el bordado, esos pensamientos se van calmando, se van esfumando y cuando te das cuenta, estás totalmente concentrada en cada puntada, en silencio,  sin pensar en nada más. Es como vaciarse de todo el ruido interno y externo. Es un ejercicio perfecto para vivir más el presente y no evadirnos tanto. Además, nos ayuda a llegar a un estado contemplativo y a un estado de paz. Nuestras pulsaciones bajan y nos concentramos realmente en lo que estamos haciendo. Parece que con cada puntada también vamos hilando nuestro interior. Es tiempo para encontrarnos a nosotros mismos. Esta actividad, también nos ayuda a crecer en paciencia. Hoy en día que lo tenemos todo en el momento, valoramos muy poco el trabajo artesanal que suele ser caro y requiere tiempo. Pero precisamente cuando hacemos algo nosotros mismos, nos damos cuenta del tiempo que supone hacer cualquier cosa, del trabajo que supone su elaboración, del costo de los materiales, etc. Esto es aplicable al bordado y a cualquier artesanía. Cuando hacemos nosotros mismos algo, valoramos mucho más las cosas hechas a mano y sabemos apreciarlas. Sabemos que se requiere paciencia para ver terminado el resultado final bien hecho pero que merecerá la pena. 




También, al ser una actividad que nos lleva a la contemplación, nos permite poder estar orando. A veces, con cada puntada digo " Jesús en vos confío" hasta que simplemente esas palabras y mi trabajo se funden y estamos en comunión. Estamos haciendo el trabajo teniendo presencia de Dios.

Es también muy placentero  implicarte en la decoración de tu propio hogar. Ver unas servilletas que han sido bordadas por tí, coser una funda para el cesto del pan...son cosas sencillas, que usamos en nuestro hogar y que normalmente compramos. Pero cuando hacemos algo de estas pequeñas cosas más nuestras, elaboradoras con nuestras propias manos, parecen que ganan en valor, se hacen herencia para la siguiente generación y haces que detrás de cada puntada, o labor que realices, haya una historia. 





                                 " Ser artesano es curar el alma con las manos"
                                                                                   Autor desconocido. 


COCINAR: 

Quien me conoce bien, sabe que no soy nada " comilona", ni disfruto especialmente con la comida. No soy de esas personas que disfrutan comiendo y les gusta de todo. Sin embargo, me he ido aficionando a la cocina. Es cierto que todavía no hago grandes recetas, son cosas sencillas, especialmente dulces.

A pesar de que todavía no me he atrevido con grandes recetas, disfruto mucho de pensar en un plato, jugar con los ingredientes y luego, poder compartirla con otros. Para mí la cocina no es solo hacer un plato para alimentarnos, sino que  implica un servicio si se hace con amor, como cualquier cosa que hagamos en la vida. 

Buscar un tiempo para ir al supermercado y buscar los ingredientes, dedicar tiempo a su elaboración y los gastos que implican comprar ciertos ingredientes son algunas cosas que me hacen ver que cocinar es un auténtico servicio. Es darse a otros.



Lo interesante de disfrutar del proceso de cocinar u hornear, ya no es solo mancharse las manos de harina , decorar unas galletas o amasar la masa con tus manos. Lo más especial es que luego, vas a compartirlo con amigos o familia. Es disfrutar del momento de tertulia alrededor de la mesa mientras disfrutamos del regalo que nos han hecho con ese plato. Nos ayuda a ser agradecidos con los alimentos que tenemos en nuestra mesa y ser más conscientes de que otras personas quizás no puedan disfrutar de esa misma comida. 

Es darnos cuenta de lo privilegiado que somos, es volver a reunirnos todos juntos en la mesa después de la jornada laboral en la que cada miembro de la familia está en algún lugar diferente. Es volver a poner nuestras manos en contacto con la materia prima y transformarla.




"La comida es una oportunidad para  la gracia, una ocasión para la celebración y un instrumento para crear comunidad".  Emily Stimpson.


" Por la gracia de Dios, el más simple plato de sopa y el más humilde trozo de queso tienen el poder de convertirse en una ocasión de gracia, reuniendo a amigos y familiares alrededor de una mesa común para construir una vida compartida". Emily Simpson.


Si quieres ver una perspectiva diferente sobre la comida, te invito a leer " La mesa católica" de Emily Stimpson. 


JARDINERÍA O HUERTO:

Hacer tu propio huerto donde poder alimentarse luego de tu cultivo, plantar árboles, plantas o flores. Cuidarlas y ver cómo crecen es una actividad que nos liga a nuestros antepasados. Nos hace volver a la tierra, a nuestras raíces. 

Hoy en día es fácil ir a un supermercado y comprar unos tomates para cocinar. Pero hubo un tiempo, que nuestros antepasados tuvieron que trabajar la tierra diariamente para alimentarse. Actualmente, seguimos trabajando la tierra, pues es esencial para nuestra supervivencia, sin embargo, esto ha quedado más reservado para aquellos que se dedican a ello. 

Si vivimos en una ciudad es difícil poder cultivar demasiado y a veces nos falta tiempo, pues el cuidado de la tierra requiere dedicación y trabajo. Pero manipular la tierra con tus manos, trabajarla sabiendo que en unos meses la tierra te devolverá vida en un fruto, verdura o flor es increíble. 




"Y dijo Dios: Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la superficie de la tierra y todos los arboles frutales que engendran semilla:os servirán de alimento". Genesis 1:29-30


Cuando le he dedicado un tiempo a la jardinería o a cultivar siempre se me viene en mente algunos pasajes de la Biblia. Si la leemos detenidamente o vemos algunas imágenes bíblicas, todas están muy vinculadas al trabajo de la agricultura y la ganadería. Trabajos muy unidos con lo que la tierra puede ofrecernos para nuestra supervivencia.  El mismo Dios es viticultor y su hijo siempre es el buen pastor. También son muchas las parábolas que nos enseña Jesús relacionadas con la tierra como:

" Yo soy la vida verdadera, y mi padre es el labrador."Juan 15:1

" Yo soy la vid, vosotros los pámpanos, el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada grande podéis hacer". Juan 15:5

"Salió el sembrador a sembrar. Y al echar la semilla, parte cayó junto al camino y vinieron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra y brotó pronto por no ser hondo el suelo; pero al salir el sol, se agostó y se secó porque no tenía raíz. Otra parte cayó entre espinos; crecieron los espinos y la ahogaron. Otra, en cambio, cayó en buena tierra y comenzó a dar fruto, una parte el ciento, otra el sesenta y otra el treinta" Mateo 13: 18-23.



Esta actividad también puede invitarnos a la contemplación, a utilizar ese trabajo manual como medio para ayudar al alma a estar en contacto con el creador de todas las cosas. 


OTROS:

Es enorme la cantidad de trabajos que nos permiten tener las manos en contacto con la materia y a través de ellos, estar en contacto y mantenernos en presencia de Dios. Todo ellos, son medios materiales pero si le ponemos atención, nos permiten orar con ellos. Además de las actividades que he expuesto, puedes elegir muchísimas más. Entre ellas: la cerámica, alfarería, restauración de muebles, carpintería, elaboración de velas o jabones artesanales, pintar y dibujar, trabajar el hierro o el vidrio, etc. 



Son en su mayoría oficios que se están perdiendo con el paso del tiempo, pues hoy en día tiene prioridad la inmediatez y el número de artículos producidos en el menor tiempo posible mas que en la calidad de los productos, en la creatividad y en el cuidado de su elaboración. 

Te invito a que escojas alguna actividad que te llame la atención, ya sea en una academia o de forma autodidacta y pruebes a hacer algo con tus propias manos para luego compartirlo. Te aseguró que te enganchará.  Pero también quiero invitarte como ya he comentado antes, a intentar unir ese trabajo manual con tu espiritualidad. Pues unir el trabajo con la espiritualidad hace que estemos siempre en presencia de Dios en nuestro día a día, en nuestras actividades más cotidianas, teniendo consciencia de que todo lo que Él  ha creado es bueno y que toda nuestra vida sea por y para Él. 













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