Quizás hayas escuchado en algún momento de tu vida la conocida frase " Ora et labora" de los Benedictinos. Y es que los monjes ya se dieron cuenta de que el ser humano, no estaba hecho solo de alma , sino también de cuerpo. Por ello, tan importante era la oración como hacer bien las tareas del monasterios para que todo funcionase. Pero, en el momento en el que uno de los monjes sintiera vanidad o mejor que otros por hacer demasiado bien sus tareas, era cambiado de ocupación. Porque ellos, lo descubrieron pronto, y es que el ser humano no trabaja para sí mismo y para glorificarse a sí mismo, sino que su trabajo debe de ser servicio para otros, entrega de amor para otros, trabajo para Dios.
Pero empecemos por el principio, ¿ Qué es santificar el trabajo diario?
¿ QUÉ ES SANTIFICAR EL TRABAJO DIARIO?
Todos en esta vida estamos llamados a la santidad. Esto no es algo que esta reservado o es vocacional para alguno de nosotros como las monjas, sacerdotes y religiosos. Esto es a lo que nos ha llamado Dios a todos sus hijos. Cada uno, encontrara su camino de santidad en donde Dios le ha puesto en el mundo. Así que tú que eres laico como yo y que vives en medio del mundo, tu camino de santidad estará entre tu cotidianidad, en las circunstancias que Dios te ha puesto.
Tu trabajo diario, ya sea un trabajo remunerado, como si es tu trabajo ser ama de casa, madre o padre, cuidadora/or de algún familiar, etc. Forma parte de tu vida diaria y por tanto, puede ser un medio de santificación para ti.
Pero no cualquier forma de trabajar nos sirve. Para que nuestro trabajo se convierta en un medio de santificación debemos tener en cuenta las siguientes cosas:
1. ESFUERZO E INTENCIÓN:
Si nuestro trabajo nos va a santificar, es evidente que va a requerir un esfuerzo por nuestra parte en querer hacer el trabajo lo mejor posible. Debemos poner toda la atención, nuestros talentos, nuestro amor en la tarea que realizamos. No solo se trata de hacerlo bien, sino la intención que ponemos en aquello que hacemos. Esto es, lo que marcará la diferencia en hacer un trabajo bien hecho cuando nadie esté pendiente de mí y nadie me vea. Saber que nadie me va a dar una" palmadita" en la espalda por hacer algo bien, y aun así, dedicarle toda mi atención en hacerlo bien hecho.
" No se puede santificar el trabajo que humanamente sea una chapuza, porque no debemos ofrecer a Dios tareas mal hechas." Surco 433
2. ENCONTARSE CON JESÚS EN LA LABOR:
Como he mencionado en la introducción, no debemos trabajar para nosotros mismo ni para glorificarnos, sino que nuestro jefe y por el que trabajamos debe de ser Dios. Esto significa que cuando hago mi labor, además de hacerlo bien hecho y por Él, debo hacerlo también con Él.
El trabajo debe ser un medio que nos permita encontrarnos con Jesús a través de los compañeros de trabajo, a través de nuestros clientes, pacientes, alumnos, hijos.... Jesús debe estar en el centro de nuestra tarea.
3. CONVERTIR EL TRABAJO EN ORACIÓN:
Si realizamos nuestra tarea con la presencia de Jesús, debemos convertir nuestro trabajo en verdadera oración para Él. Pero esto no consiste en rezar " Ave Marías" mientras realizamos las tareas, ni interrumpir nuestro trabajo para rezar. El trabajo debe de ser una comunicación constante con Jesús, hacer las tareas que tengo que hacer , bien hechas y en su presencia, sabiendo y siendo consciente de que Él está a mi lado y que con la tarea que hago, me estoy entregando de la mejor forma posible a otros, y lo estoy haciendo junto a Él.
" Si uno acepta que la voluntad de Dios se manifiesta en todo lo que haces a lo largo del día, toda la jornada se convierte en oración" Padre Benedict Nivakoff
4. DEBE SER SERVICIAL:
Jesús nos ha llamado al AMOR y esto es lo único que hace la gran diferencia con todo. Porque si hay amor , hay paciencia , compresión, empatía, amabilidad, dulzura y mucho más. El amor es lo que lo cambia todo, es lo que hace que un trabajo esté bien hecho . Y el amor, nunca es para uno mismo, el amor siempre es entrega, es donarse a otros.
Por eso, con nuestro trabajo diario, hecho con amor, esta formando parte de un servicio a la sociedad o a mi familia. Pongo mis dones y talentos para entregarlos a otros. Es una forma de participar en la creación y servir a la humanidad. Trabajar forma parte de un plan mucho más grande aunque para nosotros solo sea una pequeñita tarea.
" Los benedictinos ven el trabajo como una expresión de amor y servicio a la comunidad"
La opción Benedictina.
NO ME GUSTA MI TRABAJO
Puede parecer fácil hablar de todo esto cuando se trata de un trabajo que nos gusta o que sentimos que estamos ayudando a alguien, pero soy consciente de que muchos trabajan en lugares con malas condiciones laborales, en trabajos que no son los soñados y todo hace que se vuelva más cuesta arriba, que no se logre ver el servicio de cada trabajo.
Quiero recordarte que todos, absolutamente todos los trabajos son necesarios y necesitamos de ellos. Todos estamos unidos a una cadena donde sí falla un eslabón, a todos nos repercute. Siempre me ha servido visualizar este ejemplo:
Todos pensamos en un gran cirujano, que con su bisturí electrico salva miles de vidas cada año. Bien, este cirujano no sería nada sin una familia que lo haya cuidado de pequeño, que haya velado por el en las noches y lo haya cuidado cuando haya estado enfermo, que lo haya alimentado con comida ( verdura, cereales, carnes, pescados que otros han trabajado en el mar o en la tierra). No sería nada sin esa profesora de colegio que le enseñó las letras y los números que le permitirán estudiar una carrera , no sería nada sin los obreros que construyeron su hogar y le permite descansar y tener una vida. No seria nada sin los mineros que extraen los minerales de la tierra para que la biotecnología pueda crear ese bisturí con el que salvará vidas. No sería nada sin los electricistas ni informáticos porque su quirófano no funcionaría...etc.
Todos estamos unidos en una cadena y tu trabajo, por insignificante que pueda parecerte esta repercutiendo a otra persona que a la vez está sirviendo a otros con sus talentos. Todos son importante y forman parte del servicio a la creación. De una forma mas directa o indirectamente, todas nuestras obras repercuten en la vida de otros.
Por eso, te invito de nuevo a que reflexiones sobre tu trabajo actual, ¿ Qué aportas a tu sociedad? ¿ Cómo la sirves?. Mira de nuevo tu profesión con otros ojos.
** Sea cual sea el trabajo, nunca debe tentar contra la vida Humana ( pues estaríamos en contra de servir a la creación ) , así como no respetar los derechos humanos. Todos los trabajos por humildes que sean , deben de tratar a sus trabajadores con respeto y con unas condiciones dignas. Si esto no es así, ahí no es tu sitio...seguro que hay algo mejor para ti.
Enamorate cada día más de tu labor. ¡ Feliz comienzo de septiembre!
"El trabajo manual es un don, un regalo que quizás tengamos que redescubrir. Vemos el trabajo como ofrenda a Dios y a la comunidad."
La opción benedictina
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