SOMOS CUERPO , ALMA Y ESPÍRITU
Tenemos bastante claro que tenemos un cuerpo físico, que podemos tocar y ver, que enferma o se deteriora más rápido si no recibe una serie de cuidados. Durante años, el mundo nos bombardea con ideas e información sobre como cuidar nuestro cuerpo ya sea por salud o belleza. Nos ofrece numerosas alternativas de tratamientos estéticos, tipos de alimentación y dieta, diferentes tablas de ejercicios y gimnasios, etc. El cuerpo siempre ha tenido un gran valor para el hombre y es que al fin y al cabo, es lo que vemos de nosotros mismos y los demás perciben principalmente de nosotros. Cuando el cuerpo está sano y nos sentimos bien con él, afecta también a nuestro autoestima , nos hace sentir bien y llenos de energía y vitalidad. Pero, ¿acaso solo estamos formados de cuerpo?.
Invertimos muchísimo tiempo y a veces, incluso dinero en nuestro cuerpo pero ¿ invertimos lo mismo en cuidar de las otras dos dimensiones de las que se compone nuestro ser? Yo, creo que no, es más , todavía hay muchas personas que solo creen en el cuerpo. ¿ Cómo invertir tiempo en las tres dimensiones de las que estamos hechos si ni siquiera conocemos de que estamos formados?
Hoy, quiero hablarte de que estamos formados y por qué es importante invertir tiempo en cada una de ellas.
¿ DE QUÉ ESTÁ HECHO EL SER HUMANO?
El ser humano está hecho de un cuerpo, alma y espíritu. Esto no lo digo yo, lo dice nuestro creador a través de la primera carta a los tesalonicenses que escribe San Pablo:
" Que Él, el Dios de la paz, os santifique plenamente y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve sin mancha hasta la venida de nuestro señor Jesucristo".
Al igual que es un misterio creer que la divinidad la forman tres personas en una sola ( Padre, Hijo y Espíritu Santo), también nosotros que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios estamos hechos de tres dimensiones que forman una sola persona única e irrepetible.
EL CUERPO:
Esta parte, ya la he comentado en la introducción, y es que es la que conocemos todos ya que la podemos percibir a través de los sentidos. Es nuestro físico que gracias a sus 5 sentidos puede relacionarse con el mundo visible que le rodea. Es la parte que todos conocemos y a la que le invertimos más tiempo en cuidarlo.
" Entonces el polvo volverá a la tierra, de dónde fue tomado, y el espíritu volverá a Dios, que lo dio." Eclesiastés 12:7.
ALMA:
El alma, está compuesta por la mente, la voluntad y las emociones. Esta parte, ya no se encuentra visible por lo que es muy compleja de entender y trabajar pero si que la manifestamos a través de nuestras emociones, personalidad, las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida, la memoria.. Es aquí donde residen los recuerdos más profundos, incluso los de antes de nacer cuando nos hallábamos en el vientre de nuestra madre.
Esta parte ha sido creada por Dios en el momento de nuestra concepción y a diferencia de nuestro cuerpo, ya es madura y eterna. Por lo que en el momento en el que el cuerpo muera, el alma volverá a su creador.
Como he dicho, en ella reside la mente y nuestras emociones, y aunque durante mucho tiempo también se le ha dado muy poca importancia ya que no se percibe, actualmente empieza a tener un poco de más protagonismo pues nos hemos dado cuenta de la gran cantidad de enfermedades que pueden surgir si nuestra mente no está sana. La depresión y la ansiedad son conocidas como las grandes enfermedades del siglo XXI. Parece que nos cuesta cada vez más, gestionar nuestras emociones, especialmente en momentos difíciles, nos llenamos de afectos desordenados que influyen en nuestra toma de decisiones, en la forma de relacionarnos con el mundo y actuar.
" No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Mas bien, teman a aquel que puede destruir alma y cuerpo en el infierno". Mateo 10:28
ESPÍRITU:
Al igual que el alma, es eterna e invisible para nuestros ojos. Es la parte que nos hace relacionarnos con nuestro creador, con Dios. Nos hace buscar la espiritualidad y querer estar en unión con Dios. Nuestro espíritu quiere descansar con su creador y por eso, nos impulsa a querer buscarlo y estar con Él. Está intrínsecamente relacionado con el alma aunque te lo esté comentando por separado para verlo de forma más clara.
" El espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios". Romanos 8:16
IDEAS PARA TRABAJAR Y ALIMENTAR TODO NUESTRO SER
Somos cuerpo, alma y espíritu por lo que abandonar una de estas dimensiones de nuestro ser puede traer consecuencias para nuestra vida. No podemos ignorar algo de lo que estamos formados. Por eso, es necesario que cada área reciba su atención y sus cuidados. Aquí te propongo ideas para cuidar cada una de ellas.
- CUERPO: El cuerpo es el templo del Espíritu Santo, por lo que debemos respetarlo, cuidarlo y no maltratarlo. Si descuidamos nuestro cuerpo con falta de higiene, mala alimentación o sustancias tóxicas haremos que enferme. Es fácil saber que necesita nuestro cuerpo y cómo tratarlo bien aunque aquí te dejo algunas recomendaciones:
" ¿ No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?"
1 corintios 3:16-17
- Cuidar nuestra alimentación evitando abusar de alimentos no saludables. No está mal tomar alimentos poco saludables pero si la relación con la comida se vuelve tóxica, abusando de ciertos alimentos de forma continua o por el contrario, restringiendo nutrientes que necesita nuestro cuerpo para adelgazar en exceso, si que debemos realizar cambios.
- Al igual que la alimentación, es necesario mantener nuestro cuerpo activo evitando una vida sedentaria. Cada persona puede adaptar el tipo de ejercicio que mejor se adapte a su vida pero mantenerlo activo siempre nos hará sentir bien y saludables. Como todo lo demás, un exceso de ejercicio puede causar el efecto contrario. Tu cuerpo necesita también del descanso e ir poco a poco sin llevarlo al límite en periodos cortos de tiempo.
- Cuidar la imagen personal, teniendo buena higiene tanto dental como en el resto del cuerpo. Mantenerlo hidratado o utilizar tratamientos que no sean agresivos para mantener nuestro cuerpo sano. Los tratamientos de estética siempre pueden ser buenos para ayudarnos a mantener una buena imagen corporal pero si caemos en hacer cambios físicos de nuestro cuerpo o tratamientos agresivos para cambiar partes de nuestro cuerpo ya no estaremos cuidándonos, sino más bien, centrándonos en querer cambiar nuestra imagen a otra diferente.
- El vestuario también es importante pues es lo que " adorna y protege" nuestro cuerpo. Como he dicho, el cuerpo es templo del ES por lo que vestirlo adecuado a lo que es, un templo, también es importante para cuidarlo y protegerlo.
- ALMA: El alma lo compone la mente, la voluntad y las emociones como he expresado antes. Al no ser visible, hace difícil trabajar con él y entenderla pero hay ciertas cosas que nos pueden ayudar a cuidarla.
- Aprende a gestionar las emociones. Desde que somos niños nos dejamos llevar por las emociones y a medida que vamos creciendo vamos aprendiendo a gestionarlas. Nuestros padres, profesores, tutores también intervienen en este aprendizaje. Sin embargo, a veces, por motivos que desconocemos, miedos e inseguridades o por una mala educación, no sabemos gestionar nuestras emociones. Es importante aprender a conocernos, a trabajar la paciencia, la mansedumbre, a no dejarnos llevar por la ira ni los impulsos. A veces podemos necesitar ayuda profesional, si es necesario, no dudar en acudir a psicólogos bien formados para trabajar aquellas áreas de nuestra mente que nos desbordan.
- Elegir bien aquello que queremos consumir. Hoy en día estamos bombardeados de información constante ya sea por la TV o redes sociales. Estar constantemente viendo noticias pueden desesperanzarnos, pensar que en el mundo solo ocurren cosas horribles y que no hay solución para ello. Puede generarnos angustias, miedos, ansiedad. También creo que es importante saber elegir las lecturas, películas y series que queremos ver. Apostar por temas saludables y que nos hagan sentir bien o nos aporten algo. Al final, alimentamos nuestra alma con los que consumimos o leemos.
- Trabajar la voluntad para no dejarnos llevar por los gustos. Habrá algunos momentos de la vida en que tendremos que hacer cosas que realmente no nos apetecen o nos dan pereza. Por eso, trabajar la voluntad con pequeñas acciones nos puede fortalecer para acciones mayores. Por ejemplo, podemos trabajar esta voluntad con cosas muy pequeña y sencillas cómo no tomar dulces en un momento concreto, ayunar, no ver redes sociales durante un día, etc.
- ESPÍRITU: Es lo que nos impulsa a esa búsqueda constante con Dios y a querer estar con ÉL. A tener una relación de intimidad con nuestro creador. Creo que es la dimensión más olvidada, y al no cuidarla ni dedicarle tiempo suficiente al igual que las otras áreas, puede hacernos perder el sentido de la vida. " ¿ Por qué estoy aquí? ¿ Cuál es mi misión en la vida?" son algunas preguntas que surgen del deseo de conocer el sentido de nuestra existencia en este mundo y a nuestro creador. Sin trabajar esta parte de nuestro ser, podemos perder el norte de hacia dónde queremos dirigir nuestra vida. Entender que tenemos un Espíritu que proviene de Dios y que habita en nosotros es imprescindible para saber que hay un aparte de mí ser que siempre anhelará y tendrá un deseo de encontrarse con Dios. Algunas ideas que puedo darte para que el espíritu encuentre descanso son:
- Acudir a adoraciones y/o misas con frecuencia. Si tenemos fe, creemos firmemente que Jesús se hace presente y está vivo en la eucarística. Por lo que nuestro espíritu que anhela descansar en Él siente una profunda paz en su presencia. Acudir frecuentemente a la adoración así como a misa hace aumentar nuestra paz, nuestro entendimiento, nos ensancha el corazón para amar y afrontar las cosas de la vida desde otra mirada.
- Leer la palabra de Dios y acudir a los sacramentos. Dios sí habla, y todo lo que nos quiso decir y explicar aparece en la Biblia. Leerla con frecuencia nos puede ayudar a tomar decisiones de la vida diaria, encontrar respuesta a nuestras preguntas, encontrar consuelo y esperanza, aumentar nuestra fe y en definitiva alimentar nuestro espíritu. De la misma forma, acudir a la confesión y a la Eucaristia pulen nuestro espíritu.
- Tiempo diario de oración personal ya sea en casa o en la iglesia. El espíritu precisamente es el que desea tener una comunicación constante con Dios. Por eso, si le retiramos el momento de oración personal, el espíritu tendrá un profundo deseo de comunicarse con su creador. Guardar momentos de silencio frente a un sagrario o en tu cuarto hacen descansar el alma.
- Dirección Espiritual. Es otra idea que puede ayudarte a cuidar tu espíritu. Tener un guía para orientarte en tu vida y hacerte caminar hacia la santidad según tus circunstancias.
Debes de tener en cuenta, que tanto el alma como el espíritu van unidas. Es decir, el espíritu es lo que entendemos mejor como la comunicación que hay con Dios. He intentado separar las tres dimensiones de nuestro ser para verlo más claro pero, alma y espíritu están relacionadas entre sí. Espero que pueda servirte de ayuda e inspiración para pensar qué tiempo le dedicas a tu cuerpo y a tu vida espiritual y cómo mejorarlo. Al final, el cuerpo es temporal, pero lo que se queda en el alma es para siempre, pues estamos llamados a una vida eterna.
Qué tengáis un buen día en el Señor.
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